Una oposición berreta y oportunista , un gobierno que parece dormido y una voz en el ojete que te grita DESPERTATEEEEE

miércoles, 3 de abril de 2013

Tomas y Hartazgos


Pasan los días y los barrios se van consolidando cada día más. Ayer tuve la posibilidad de estar y compartir parte de la tarde con los vecinos quienes manifestaron no tener intención de moverse del lugar. Cabría recordar que algunos de ellos ya estuvieron inscriptos en listados para acceder a viviendas desde el año 2005 sin tener ningún tipo de respuestas. Esta necesidad sumada a fogoneo permanente de asesores y punteros de un partido vecinal dieron como resultado esta compleja situación. Mientras los vecinos sólo quieren su derecho a la tierra, estos perversos que no se los debería llamar políticos, sólo buscan desgastar a un gobierno que hace tan solo año y medio está en el poder.
El hartazgo de los desposeídos. En una ciudad que crece de manera agigantada aún hoy quienes van construyendo la nueva San Martín de los Andes con sus hoteles y grandes casas son, paradógicamente, quienes no poseen la propia, ni tan solo un trozo de tierra para de  poco dar lugar a su vivienda familiar.
Han tenido si, la posibilidad de ver concretar el sueño ajeno de la casa propia, han visto como de la nada se levanta un hogar. Pero cada tarde al finalizar la tarea deben regresar a un lugar que les es ajeno con la angustiante sensación de jamás poder acceder a la tierra propia. Sólo basta con ver los valores de las tierras y comprar con los salarios de un albañil y ni hablar si sólo realiza changas.
El hartazgo de los pudientes. En una ciudad que crece de manera agigantada aún hoy hay quienes ya poseyendo la vivienda propia y en algunos casos la gran vivienda propia, no son capaces de detenerse un segundo a mirar, a escuchar y menos a sentir los que sucede con los desposeídos. La única preocupación es la caída del valor nominal de su casa por tener de nuevos vecinos a los otros, los de allá lejos que se vinieron para acá cerca, a los desposeídos de toda esperanza, a los que desde que nacieron ya la sociedad les robó el futuro.
Antes de pedir desalojos, fusilamientos o lo que sea que estos últimos vecinos deseen, deberían pertrecharse y estar atentos a que no se les cuelen en su barrio no los desposeídos... sino los inspectores de la AFIP que vayan a pedirles que rindan cuentas. Porque todos sabemos que cuando se evaden impuestos, a los que más se les roba, es a los sectores más pobres a los desposeídos. Y el que roba a un ladrón... Aunque lo ideal sea que nadie le robe a otro.

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